Algunas personas asocian de inmediato la caída del cabello con la quimioterapia, pero no todos los tratamientos la propician. Consulta a tu médico si tu tratamiento tendrá este efecto.
Si tu tratamiento NO propiciará la caída del cabello, este se debilitará, por lo que deberás tener cuidados especiales en él.
Utiliza champús y acondicionadores suaves.
Evita frotarlo bruscamente cuando lo laves y sécalo enrollando una toalla para eliminar el exceso de agua.
Evita el uso de champús clarificantes o medicinales a menos que hayan sido prescritos por tu médico.
Evita el uso de ingredientes que puedan secar tu cabello o irritar el cuero cabelludo como el alcohol, mentol, alcanfor o fuertes fragancias.
El uso de tintes, permanentes o alaciantes pueden ocasionar una fuerte irritación, por lo que deberás posponerlos hasta la aprobación de tu médico.
Es preferible que los procesos químicos en tu cabello los hagas a partir de seis meses de haber concluido el tratamiento, ya que podrás prevenir una caída acelerada o el maltrato del cabello nuevo.
En la medida de lo posible, procura no utilizar aparatos de calor para estilizarlo como secadoras, tenazas o planchas, pero si lo requieres, utiliza el nivel mínimo de calor.
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